Obsesionado por los seguidores en medios sociales

Hace ya algún tiempo que practico Fitboxing. Es una disciplina que, además de mantenerme en forma, me ayuda a generar endorfinas, descargar adrenalina y mejorar mi autoestima.
Durante los distintos rounds, un sensor va midiendo la fuerza, intensidad y sincronización con la que das los golpes al saco. Una vez que finaliza la sesión te envían un mail con todas las estadísticas sobre tu entreno del día. De esta forma, puedes comprobar cómo vas mejorando día a día.
Esta medida, cuya finalidad es la de estimularte para querer darlo todo en cada entrenamiento, se ha convertido en una verdadera obsesión para muchos de los fitboxers que entrenan conmigo. Durante los entrenamientos se centran únicamente en darle al saco lo más fuerte posible para conseguir la mayor puntuación y se olvidan por completo del objetivo primordial: disfrutar de la sesión, divertirse, relajarse y descargar tensiones.
Al contrario, se ofuscan y se frustran cuando no consiguen la valoración que creen que merecían. Convierten algo que era lúdico y motivador en una fuente de obsesión y constante desilusión. Tal es la obcecación de algunos, que han llegado a perder hasta el respeto y la educación a sus compañeros o instructores.
En definitiva, han perdido de vista los objetivos por los cuales comenzaron la actividad, se han desenfocado.
Esto mismo les ocurre a muchos emprendedores digitales. Establecen su presencia en los medios sociales como forma para conseguir un objetivo principal: hacer crecer su negocio. Pero poco a poco, la obsesión por ser el que más followers tiene les distrae de su verdadera ocupación: su negocio digital.
Si no quieres que esto mismo te pase a ti, mantén el foco en tu negocio y no olvides porqué te diste de alta en una determinada red social.